Nuestro mejor aliado, ¿los bosques?

Parece que en estas fechas vamos a publicar todo lo que tenemos pendiente, porque tenemos un montón y el tiempo no ayuda, pero la lista "To do:" comienza a ser ya muy larga. Con este nuevo post vamos a poner, cuanto menos, en duda la información que obtenemos.

El programa El bosque habitado de RTVE, donde hablan de naturaleza y literatura, es una muestra de que todavía existe el concepto "utilidad pública" en la radio pública. En la emisión de hace un año, titulada "Si quieres agua, planta bosques", se muestran algunas de las utilidades de los bosques.

En contraste con lo que expusimos en su día en "Nuestro peor enemigo, ¿los bosques?", hoy quiero mostraros otro punto de vista sobre la influencia de las masas boscosas en los procesos hidrológicos e hidráulicos, y que se describen en el podcast siguiente:

Si bien es cierto que en ese post pusimos "un poco verdes" a los bosques porque reducen en gran medida las aportaciones de agua a los sistemas hídricos, cabe decir que las masas boscosas tienen también su buen hacer para con, como se comenta, las inundaciones. Un suelo desnudo no tiene la capacidad de retención de un suelo con vegetación y, por tanto, tras un evento de precipitación la avenida en el primer caso conlleva, en las mismas condiciones, caudales punta más elevados y tiempos de respuesta de la cuenca menores (tiempo de concentración). De este modo los daños asociados por calados y velocidades son muy superiores que si se produjese en el segundo caso, con vegetación.

A la izq. Haití. A la dcha. la República Dominicana (Fuente: desconocida)

Parece claro con esta imagen cuál de las dos vertientes aportaría más agua durante un proceso de lluvia. Entre estos dos países caribeños, Haití y la República Dominicana, existe más de una frontera política, existe una frontera histórica y cultural que condujo al primero a la tala indiscriminada de casi toda su masa boscosa. Solo con ver algunas noticias de los últimos eventos de inundación en la región, donde se muestra que el número de afectados se duplica de un país al otro a pesar de coexistir en la misma isla, y de compartir un clima similar.

Cómo la sobreexplotación de los recursos, en este caso las masas boscosas, también ha afectado a la países como el nuestro. La historia de los Monegros, por ejemplo, está muy ligada a esta temática y cómo su deforestación dejó tras de sí el paraje yermo que conocemos hoy día. Pero irónicamente también generó vida...

El desierto de los Monegros (Fuente: artigoo.com)

Afortunadamente I. Abellán nos ilustra con ideas y opiniones que hacen reflexionar sobre la problemática. No desentona con lo expuesto en nuestro anterior post, donde el bosque puede ser nuestro peor enemigo en la línea que puede convertirse en un gran consumidor de agua, pero también puede ser nuestro mejor aliado para afrontar episodios extremos (sequías e inundaciones).

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La doble función de los bosques -generador y consumidor de agua- queda patente en el concepto "agua de niebla". Las Islas Canarias es una archipiélago con grandes contrastes pluviométricos, por lo que la escasez o abundancia de agua la rigen, entre otras, los vientos. Aquí el aprovechamiento de la niebla (nubes en contacto con el terreno) es un claro ejemplo de cómo conseguir agua dulce.