GIS (IX): mapa de usos del suelo


Otra nueva entrega de la saga sobre Sistemas de Información Geográfica, o como lo abrevian los anglosajones GIS. En este post vamos a introducirnos en el fantástico mundo de los usos del suelo.

¿Qué son los usos del suelo?

Son un sistema de clasificación del empleo que se hace de un sector de la superficie terrestre, y en el que podríamos incluir con un mayor detalle la cobertura inundada (lechos de ríos, lagos, mares y océanos). En algunas ocasiones este tipo de clasificación también puede extenderse a capas del propio terreno situadas a diferente cota (un túnel para el metro también emplea el terreno, ¿no?).

Caracterización de los usos del suelo (fuente: http://blog.cifor.org)

Aplicaciones

Como os podéis imaginar este tipo de información se puede emplear para muchos fines. Un claro ejemplo quedaría reflejado en los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU), donde se sectoriza el municipio según diferentes usos (urbano consolidado, urbano no-consolidado, urbanizable, equipamientos, etc.). Como bien describe en su título, sirve para ordenar el territorio. El catastro, por otro lado, pone de manifiesto una discretización más detallada de los usos del suelo donde, para cada parcela, se define su uso actual.

Esto está muy bien para los latifundistas y los juristas, pero ¿para qué sirven los usos del suelo para los que nos dedicamos a eso del agua? Bueno, como hemos comentado anteriormente abarcan por suerte un amplio abanico.

Hidrología
En el campo de la hidrología los usos del suelo sirven, entre otras cosas, para definir el umbral de escorrentía o P0. Muchos estudios han demostrado que existe una relación directa entre el uso del suelo y la cantidad de agua mínima necesaria para que se genere escorrentía superficial. Este valor, y por ende su distribución espacial bajo un mapa de usos del suelo, es primordial para capturar adecuadamente este proceso.

Mapa de usos del suelo de la cuenca de La Muga, Catalunya.

En este mismo campo podemos incluir mapas de usos del suelo para diferenciar zonas con diferentes procesos de pérdidas. Es común emplear el Número de Curva (método SCS) como parámetro para englobar las pérdidas de la lluvia debidas a la evapotranspiración, retención e infiltración.

Hidráulica
En esta misma línea, en el campo de la hidráulica se pueden emplear como discretización del coeficiente de rugosidad, algo que ha ganado mucha importancia gracias al desarrollo de modelos espacialmente distribuidos (como los bidimensionales). En función del caso de estudio, una incorrecta definición de los usos del suelo puede llevar a incrementar las incertidumbres propias de la simulación (discretización topográfica, esquema numérico, etc.). Como se suele decir en estos casos: shit in, shit out.

Asimismo los usos del suelo nos proporcionan otro tipo de información relevante, no en términos puramente hidráulicos, ya que agrupan diferentes zonas que pueden servir por ejemplo para definir zonas con un paso de malla más fino (p.e. calles) o más grueso (p.e. campos de cultivo). De este modo se optimiza la simulación (menor tiempo de cálculo y buenos resultados).

¿Dónde los obtenemos?

Esta es la pregunta clave, pero tranquilos porque vamos a dar algo de luz a este asunto. Ya en nuestra tercera entrega de esta saga (Geoportales) os explicamos cómo obtener diferente tipo de información geográfica. Sin embargo no todos los proveedores tienen disponibles mapas de usos del suelo.

A nivel europeo tenemos muchísima suerte pues el proyecto CORINE Land Cover (CLC) proporciona mapas de usos del suelo desde 1999. En su última versión, de 2012, es disponible un mapa de usos del suelo y cobertura vegetal de toda Europa con un paso de celda de 100 m y 250 m, en su formato raster. Para los más puristas, existe una versión vectorial con un peso de 1.8 a 2.5 GB. Este proyecto categoriza los tipos de cobertura y usos del suelo en 44 entidades.

A nivel estatal el IGN dispone de una versión más detallada de este mismo proyecto. En definitiva se han seguido los mismos criterios del CLC, adaptando y dividiendo algunas de categorías  ya definidas previamente.

Mapa de usos del suelo proporcionado por el CREAF.

Si entramos al nivel autonómico, aquí algunos organismos han querido refinar -si cabe- los trabajos realizados por las anteriores entidades. Por ejemplo en Catalunya existe un mapa de usos del suelo creado por el CREAF con un nivel de definición altísmo. La capa vectorial que proporcionan alcanza el detalle de carreteras secundarias.

En este caso, como en casi todo, para gustos colores. A nosotros, como usuarios, solo nos queda escoger el mapa que mejor se amolde a nuestras necesidades.


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