El agua y los Picos de Europa (II)
Concluimos esta mini-saga haciendo mención de tres curiosas formaciones, todas de origen glaciar, pero una más común que la otra. Se trata de los hou o jou (nevero), el polje y el lago glaciar, y todas ellas las podemos encontrar en la Cordillera Cantábrica, más concretamente en el PN de los Picos de Europa.
Lago glaciar
Los lagos glaciares surgen tras la desaparición de un glaciar, cuando este va retrocediendo. Debido a la erosión que este produce en las zonas de contacto entre glaciar y terreno, las partes débiles de este último pueden ser arrastradas con "mayor" facilidad, pudiéndose llevar grandes bloques y dejando hondonadas.
Lago Ercina |
Suelen ser comunes en lugares donde la cantidad de hielo del glaciar era más bien escasa y, además, que no existía gran cantidad de sedimentos o bloques de roca, como es el caso de los famosos Lagos de Covadonga.
En función del lugar, suelen recibir un nombre diferente. Cuando se trata de lagos situados en los Pirineos, acostumbran a recibir el nombre ibón. En el Pirineo catalán y andorrano, aunque sigue siendo válida esta nomenclatura, se les suele llamar estany.
Polje
Este tipo de formación es, resumiéndolo mucho, un conjunto de grandes lagos glaciares que han sido rellenados con los materiales sedimentarios arrastrados por sucesivas glaciaciones. Una vez formadas estas cubiertas lacustres, por efecto del karst (disolución de la roca caliza) se crearon sumideros que permitieron la percolación del agua hacia cursos fluviales subterráneos y, algunos casos, quedando conectados a los acuíferos más profundos.Para que este tipo de formaciones se den, deben darse dos factores: el primero, ya lo hemos mencionado y es que la roca del terreno sea de tipo caliza para poder ser disuelta con mayor facilidad por el agua; y el segundo, es que se haya formado una cerrada por donde el agua no pueda salir, es decir, un lago.
Proceso de formación (fuente: punto de información del PN Picos de Europa) |
Existen de grandes y de pequeños, pero puede llegar a sorprender verlos. En un lugar tan escarpado como los Picos de Europa ver una zona llana es algo inusual. En el Polje de Comeya, justo al lado de los famosos lagos de Covadonga (Lago Enol y Lago Ercina), es posible deleitarse con esta espectacular formación.
Polje o Llanos de Comeya |
Hou, jou o nevero
Se trata de pequeñas reminiscencias de la Pequeña Edad de Hielo (s. XVI - XIX) que han durado hasta nuestros días, aunque ya les falta poco para desaparecer por completo. A pesar que ya existieron durante la última glaciación, un descenso medio de 2º C durante la Edad Moderna favoreció veranos más fríos y un incremento en las precipitaciones en forma de nieve y, como consecuencia, el crecimiento de los glaciares y la acumulación de nieve perenne.
Puesto que en los Picos de Europa la presencia de glaciares dejó de existir antes de este peculiar periodo, la acumulación de nieve en pequeñas hondonadas provocó su compactación y la transformación a hielo. Esto llevó consigo la creación de neveros (hou o jou en bable).
Debido al tipo de roca, la acumulación se produjo en "pozos" creados por la erosión del agua (karts). Se trata de verdaderas columnas de hielo fósil. No hay que confundirlo con los pozos de nieve, de los que hablaremos en otro post.
Como ya dijimos en el anterior artículo de esta saga, todas estas formaciones están ayudando a recargar los acuíferos de la zona y a paliar la desastrosa situación acontecida en 2013. La recuperación puede ser rápida (algunos años, incluso pocos lustros) o muy lenta (decenios o incluso siglos), todo depende de los caprichos climáticos, y como está siendo el invierno... No llamemos al mal tiempo, o sí!
Pequeñas hondonadas donde resulta posible la formación de hous |
Debido al tipo de roca, la acumulación se produjo en "pozos" creados por la erosión del agua (karts). Se trata de verdaderas columnas de hielo fósil. No hay que confundirlo con los pozos de nieve, de los que hablaremos en otro post.
***
Como ya dijimos en el anterior artículo de esta saga, todas estas formaciones están ayudando a recargar los acuíferos de la zona y a paliar la desastrosa situación acontecida en 2013. La recuperación puede ser rápida (algunos años, incluso pocos lustros) o muy lenta (decenios o incluso siglos), todo depende de los caprichos climáticos, y como está siendo el invierno... No llamemos al mal tiempo, o sí!
Deja un comentario