¿Qué hubo de extraordinario?


Nada, esa es la única respuesta. Pero... ¿a qué quiero referirme? Vayamos por partes.

Imagen satelital del río Ebro tras la crecida del 2-3 de marzo

Las recientes crecidas del río Ebro han puesto de manifiesto que no somos conscientes de la importancia que tienen los ríos en nuestras vidas. Han dejado en evidencia la poca conciencia, la falta de planificación o mala planificación frente avenidas y, no menos grave, el alarmismo creado por ciertos colectivos al ver anegar por el río lo que es por naturaleza del río.

Sí, es cierto, llovió, pero no tanto como para provocar esas inundaciones... ¿o si? Vamos a plantear esta cuestión desde tres puntos de vista: el caudal punta, el volumen de la avenida y gestión ambiental.

Caudal punta

El caudal punta proviene, principalmente, de la escorrentía superficial tras un evento de lluvia. Por norma general, a mayor precipitación (mm) y menos tiempo de lluvia (h), mayor es el caudal punta. Durante esos días no se registraron lluvias muy intensas (mm/h), entonces ¿qué sucedió?

Entre los días 21 y 28 de febrero, incluso el 2 de marzo, se registraron lluvias en la cuenca alta-media del río Ebro, pero no de carácter extraordinario. Lo importante es que durante los 15 días precedentes a la crecida había llovido, no en gran cantidad, pero si lo suficiente como para que el caudal del río se incrementase y, lo más importante, para que el suelo se encontrase prácticamente saturado. Esto provocó, como veremos, que la inundación fuese mayor.

Caudal del Ebro en Zaragoza. Periodo 14/02 - 14/03 (Fuente: CHE)

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el caudal punta registrado en Zaragoza (2.610 m3/s) tiene asociado un periodo de retorno de aproximadamente 6 años. Eso quiere decir que en promedio ese valor de caudal punta ¡se produce cada 6 años! Entonces, ¿cómo puede ser que se inunden tantas zonas?

Volumen de la avenida

El volumen de la avenida está asociado a los antecedentes de precipitación y no tanto al evento de lluvia. Si ha llovido en los días previos a la avenida, el suelo se encontrará prácticamente saturado y las pérdidas por infiltración serán pequeñas, provocando una escorrentía mayor.

Pluviometría acumulada en la cuenca alta-media. Periodo 14/02 - 14/03 (Fuente: CHE)

Como se puede ver en esta animación, hubo un periodo de precipitación mayor durante los días 15-18 de febrero que dobló el caudal a su paso por Zaragoza. Otro pequeño episodio de lluvias se produjo entre el 21-28 de febrero que, a mi juicio, acabó de saturar la cuenca alta-media del Ebro. Al ser una cuenca grande, con tiempos de concentración elevados, el caudal fue aumentando hasta alcanzar su máximo los días 28 de febrero y 2 de marzo en las localidades de Logroño y Zaragoza, respectivamente.

Lo importante del evento no fue el caudal punta (como hemos dicho, de un periodo de retorno bajo), sino que fue el volumen de la avenida lo que provocó las inundaciones (3.150 hm3 en un mes, la capacidad del mayor embalse de la península).

Gestión ambiental

Tras las inundaciones, que para nada fueron extraordinarias como algunos medios calificaron (incluso decían que el río tenía un caudal de 6 metros, de ¡6 metros!), surgieron muchas voces. Algunas voces muy críticas exigieron soluciones, pero ¿qué tipo de soluciones? Estructurales evidentemente... y eso se traduce en motas y más motas. Algunos parece que quieren hacer pasar al río por un cuello de botella desde su nacimiento hasta su desembocadura.

Otros plantean el dragado del río con el fin de mejorar la capacidad de desagüe. Sí, la propia CHE plantea este tipo de soluciones.


Recuperación de un meandro en el río Arga y su inundación (Fuente: CIREF)

Otras asociaciones ponen en duda estas medidas poniendo como contraejemplo algunos tramos donde la propia CHE aprobó el retranqueo de algunas motas para evitar, precisamente, la anegación de zonas urbanas. Fueron ejemplos de éxito los del río Arga (recuperación de un meandro), rió Aragón (retanqueo de mota) y en el propio río Ebro, proyectos asociados a restauración fluvial.

Río Ebro a 2 de marzo (Fuente: www.sumadiario.es)

En resumen podemos concluir que:
  • El caudal punta producido en 2 de marzo en Zaragoza no fue, para nada, extraordinario. Si bien es cierto que en algunas localidades aguas arriba este fue de periodo de retorno superior, se deben tener en cuenta los cambios de uso del suelo que han provocado un menor tiempo de concentración y una escorrentía mayor.
  • El volumen asociado al periodo comprendido entre el 14/02 y el 14/03 ha sido muy superior al que podría provocar una avenida de periodo de retorno de 6 años. El volumen hasta el día 2/03 representó tan solo el 56% del volumen total de dicho periodo.
  • Una gestión basada en obras tipo estructuras ha podido provocar, más que el evento de lluvias en sí, una inundación mayor de lo esperado para ese caudal punta.
  • La gestión ambiental debe llevarse a cabo de manera integral en toda la cuenca, intentando minimizar la afectación al cauce en la medida de lo posible, devolviéndole siempre que se pueda el espacio robado al río.

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Como nota curiosa, pocos días después de las inundaciones me llegó un vídeo en el que se mostraba la simulación de las inundaciones del Ebro. Si se fijan, la simulación (realizada con Iber) se parece bastante a la inundación real.


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