¡Agua va!
Abrimos el grifo y... bebemos, nos duchamos, lavamos la ropa, los dientes, los platos, nos afeitamos, limpiamos el piso, los cristales, el baño, orinamos, defecamos... estas son algunas de las cosas que hacemos cada día con el agua.
Apenas sabemos de dónde viene, y mucho menos a dónde va... pero no es el lugar sino el cómo. El agua que sale de nuestras casas es, inevitablemente, sucia y no potable. Muchas de nuestras acciones son inconscientes y no pensamos en las consecuencias.
Sí, el agua se depura, pero ¿a qué coste y cómo se hace? Los amigos del programa 75 Minutos de Canal Sur nos brindaron el pasado mes de abril con un reportaje sobre el ciclo del agua titulado ¡Agua va! (resumen).
Con un nombre alegórico a tiempos del crecimiento descontrolado y desordenado de las ciudades, perece mentira que pocas cosas hayan cambiado. Personalmente he tenido la oportunidad de visitar (como se muestra en el vídeo) una planta depuradora (EDAR, Estación Depuradora de Aguas Residuales) y se muestra el agua como es, turbia y sucia porque es así como la tratamos. Quiero dejar esta cita:
"El agua sirve para transportar la suciedad que generamos"
Esto está muy bien. Pero porqué no damos un paso más y conseguimos poder usar esta agua para usos de boca? De hecho el agua que sale de nuestros grifos proveniente de una ETAP (estación de tratamiento de agua potable "de boca")es altamente probable que haya pasado ya por una EDAR (estación depuradora de agua potable) y devuelta al medio según normativa correspondiente...
ResponderEliminarCiertamente "anónimo" es un paso que ya se ha dado. La DMA dice que no se puede utilizar el agua depurada para consumo directo pero, como bien dices, ¿qué sucede con el agua que es devuelta al río y luego potabilizada de nuevo?
ResponderEliminarTe pongo un ejemplo y te animo a que investigues de dónde proviene el agua de tu lugar de residencia. Se dice que el agua que bebe un barcelonés (sistema Ter-Llobregat) ha pasado por 7 riñones (Llobregat), y eso sin contar la que proviene del Ter (industria porcina de Vic). Aunque ha habido mucho avances en las técnicas, controles y calidad de la potabilización (y depuración) siempre suena fuerte decir que bebemos agua que ha pasado por el riñón del vecino, pero es así. En España todavía más porque nuestras masas de agua no son capaces de "regenerar" el agua que vertemos debido a la presión que se ven sometidas (agricultura, industria alimentaria, poblaciones, servicios de ocio...).
El tratamiento que se le da al agua para poder verterla al medio en condiciones óptimas para preservar el medioambiente (DMA) es caro. Imagínate si se tuviese que tratar para conseguir los estándares exigidos por las normativas vigentes... ¿quién pagaría ese coste?