¡Feliz año nuevo!


Si, no me he vuelto loco, el pasado 1 de octubre comenzó en nuevo año, el nuevo año hidrológico claro. Son de estas cosas curiosas de la vida y que te hacen preguntarte porqué el año tiene que comenzar en invierno, o porqué nos regimos por un calendario imperfecto...

Filosofía a parte, el año hidrológico abarca el periodo anual de inicio el 1 de octubre y final el 30 de setiembre (según el perfecto calendario por el que nos regimos actualmente). En realidad, el año hidrológico depende de diversos factores y no de unas fechas fijas, digamos que se trata del periodo en el que cambia el ciclo hidrológico de una región, pasando del estío al otoño y, en consecuencia, a la vuelta de las lluvias (hablamos de climas mediterráneos).

¿Los Monegros es un desierto?

Resumiendo mucho el post, ha sido un año bastante copioso en cuanto a precipitaciones. Eso se refleja en que los embalses del estado están por encima del 66 %, viente puntos porcentuales por encima que la misma semana del año pasado -y eso que el año pasado también cayó abundante agua del cielo-.

Variación de la precipitación (Fuente:AEMET).

La agencia estatal de meteorología (AEMET), las de las comunidades autónomas y organismos de cuenca, ofrecen mucha información sobre todo el periodo, pero destaca por encima de todo la gran cantidad de agua embalsada en los pantanos. Muchos medios de comunicación se ha hecho eco de la noticia:


Ha sido sobre todo en el sur donde se han registrados los mayores máximos. Extraordinario ha sido en el centro de Andalucía, pero no lejos se queda la cordillera cantábrica, sobre todo País Vasco y Cantabria. El oeste de la Península ha albergado uno de los acontecimientos más difíciles de ver, el desembalse de la Presa de la Serena (Badajoz), pues solo ha ocurrido en dos ocasiones desde su construcción (en 1990). No menos sorprendente es el estado de los embalses de Catalunya, que rozan el 80 %, con 400 hm3 por encima de lo acumulado en la misma semana que el año anterior.

Pantano de la Lloça del Cavall (4/09/2013).

Esto se debe a, como hemos dicho, las cuantiosas -tanto por número como por volumen- precipitaciones que cayeron, sobre todo, en el pasado mes de marzo. Se pasó de almacenar 37.000 hm3 a 45.000 hm3 en apenas un mes, lo que supone una precipitación media para todo el territorio de 5.300 litros/ha/día. Pero las lluvias se siguieron sucediendo durante los meses posteriores, convirtiéndose el preciado líquido en nieve. Las lluvias y la nieve acumulada provocó muchas inundaciones durante los meses de abril, mayo e incluso junio.

Pyrénées en Février.

Pyrénées en Avril.

Es totalmente cierto el refrán que dice "nunca llueve a gusto de todos", pero debería completarse con la coletilla "pero es necesario que lo haga".

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