Los chadoufs (o cigoñal)
El ingenio humano es increíble. Somos capaces de crear (y destruir) grandes artefactos, todos ellos parece que asociados a grandes mentes. Pero en muchas ocasiones es ese "granito de arena" el que marca la diferencia, incluso entre civilizaciones. Un ejemplo de ello fue el chadouf o cigoñal.
Chadouf en funcionamiento (fuente: www.britishpathe.com) |
Como se muestra en la animación, el cigoñal es un aparato que emplea la Ley de la Palanca para elevar agua de un punto a otro. Tan solo necesita un punto de apoyo (donde se produce el eje de giro), un contrapeso (que ayuda a elevar la carga) y un punto de captación (normalmente una vasija o cazoleta).
Este sencillo invento, sin inventor conocido, permitía elevar agua con un esfuerzo reducido para transportarla a zonas alejadas, como por ejemplo para irrigar zonas agrícolas o abastecer a la población. El sistema podía llegar a ser muy complejo, todo dependía de los usos y necesidades, así como de las dificultades topográficas a superar. En la imagen siguiente podemos ver un sistema de chadoufs dispuestos en serie para elevar grandes cantidades de agua a grandes alturas.
Grabado de un sistema de chadouds (fuente: etc.usf.edu) |
Su origen también es desconocido. Algunos lo atribuyen a la civilización egipcia, otros a la mesopotámica. Los primeros llevaron su uso a unos niveles que, junto con una rigurosidad agrícola antes vista, les permitieron no solo sobrevivir en un lugar tan agresivo, sino que ser fuente de riqueza y grandes conquistadores. Pero lo importante es que lo inventaron -sea quien sea- y nos ayudaron, con su "granito de arena", a llegar dónde estamos hoy.
Deja un comentario