Embalses raros (V): Yarza (o Igarza)

Hoy continuamos la saga "Embalses raros" con un fantasma, es decir, con una presa que ya no existe (por lo menos por completo). Tenemos que viajar al norte peninsular y rescatar algunos libros e imágenes antiguas para descubrir una presa hecha de madera. ¡Sí, de madera! Así fue la Presa de Yarza o Igarza.

Presa de Yarza durante los trabajos arqueológicos de 1985 (fuente: Urteaga, M.M. y Gereñu, M.A., 2003)

La historia

La tradición de trabajar el metal en el norte peninsular es bien conocida, al igual que la de aprovechar la fuerza del agua para realizar la molienda de grano (algo más extendido). El caso de la localidad de Beasain, donde se ubica la presa de Yarza, no es una excepción. De hecho, aquí el aprovechamiento del agua fue doble, ya que existía una ferrería y un molino harinero.

Algunas referencias enmarcan al conjunto en el s. XIV, pero no es hasta 1535 cuando existe una referencia clara de su construcción y funcionamiento (posiblemente fue reconstruido varias veces por incendios e inundaciones). Perteneciente al Señorío de Yarza o Igarza (o Igartza), lo curioso del conjunto era que todo el complejo estaba construido de madera (presa, canal, molino, ferrería...), un material abundante en la zona y fácil de trabajar.

Grabado de la visita de Felipe III a la ferrería de Yarza (fuente: Auñamendi Eusko Entziklopedia)

Debido a diversos incendios (parciales y completos), en 1620 se decidió sustituir el material original por piedra, tanto de los edificios como del complejo hidráulico (canal y presa). Se construyó una presa de piedra unos 50 metros aguas abajo, lo que dejó en desuso su antecesora de material leñoso. Además, se implantaron algunas mejoras para aumentar su productividad (básicamente incrementando el caudal de paso). 

La decadencia del sector metalúrgico, y problemas por riesgo de inundación (la población había crecido mucho), guillotinaron por completo la ferrería y las presas. En los años 80' del s. XX se demolió la presa de piedra, sin embargo la presa de madera había quedado aterrada por los sedimentos. La movilización de sedimentos por sucesivas riadas la dejó al descibuerto. En 1985 se iniciaron los trabajos arqueológicos para recuperar la presa de madera de Yarza.

Acometida del canal en la ferrería (fuente: Lizarralde, K.)

La presa en datos

Los trabajos arqueológicos permitieron determinar que el curso fluvial transcurre actualmente por una zona cercana a la presa, y no por encima. Esto denota los cambios morfológicos del cauce del río Oria.

La estructura tenía forma de prisma triangular, con unas dimensiones de 22 m de largo, 8 m de ancho y 4 metros de alto. Toda la presa era íntegramente de vigas madera, unida únicamente mediante trabazón y clavos. Igual que las presas actuales, la presa de Yarza, que podríamos considerar de tipo gravedad "invertida" (el talud inclinado se hallaba aguas arriba), se asentaba sobre roca y otros materiales para conseguir cierta nivelación en el lecho. Un aliviadero permitía derivar agua hacia el canal que alimentaba la ferrería y el molino, y unos estribos de sillería le dotaban de estabilidad frente el empuje del agua. Finalmente, un armazón, también de madera, revestía todo el conjunto.

Lo curioso...

En primer lugar sorprende ver cómo se empleó la madera como material constructivo, pero es entendible dada la abundancia del mismo en la zona. La primera connotación está en que la madera es menos densa que el agua, por lo que flota. Como se muestra en la imagen siguiente, es posible que parte del cuerpo de la presa incluyese material de mayor densidad (p.ej. piedras) o que incluso el intradós de la misma estuviese recubierto con rocas (algo normal si existe cierta dinámica sedimentaria en el río).

Imagen de la presa en 1983 (fuente: 3digitala)

La presa de Yarza es un conjunto único, ya que es un testimonio medieval de ingeniería en madera expuesto al público. Pero no es la única de estas características, puesto que existen numerosas presas de madera en Euskadi (Errasti [destruida], Valdegovía, etc.). Os animamos a ir descubriéndolas, pero vigilad que algunas no sean muy modernas...