El arte de medir tierras
Para distraerme de “tanta agua”, igual que hacéis muchos de vosotros, acostumbro a leer novelas. Me gustan en particular las novelas históricas que tienen un trasfondo en parte real, en parte ficticio. Leyendo una novela del autor C. Jack (La piedra de la Luz), que trata sobre la vida en el Antiguo Egipto, apareció un término que me resultó curioso, el “agrimensor”.
La agrimensura se define, según la RAE, como el “arte de medir tierras”. Más allá de esta, digamos, simple definición, en el Antiguo Egipto el agrimensor (persona encargada de delimitar parcelas) era de vital importancia no solo para mantener el orden territorial o realizar un correcto aparcelamiento de las zonas cultivables, sino que también servía para mantener el bienestar de todo el país.
Inundación de las parcelas a orillas del Nilo (fuente: http://www.jotdown.es) |
Pero, ¿qué tiene que ver esto con el agua? Como sabéis el río Nilo ha sido siempre una arteria en el noroeste del continente africano. En aquella época, la crecida del río Nilo proporcionaba grandes beneficios a las tierras inundables, favoreciendo la dispersión de sedimentos y, con ellos, la de nutrientes que fertilizaban los campos (actualmente la presa de Asuán retiene gran cantidad de esos sedimentos). Pero también traía grandes desgracias para todo el país en forma de disputas entre agricultores cuando las aguas se retiraban y los lindes de las parcelas habían desaparecido. Allí entraba en juego el agrimensor, que con una simple cuerda (a los agrimensores egipcios se les denominaban “Estiradores de cuerdas”) devolvían los terrenos a los enfurecidos agricultores, y todo volvía a la normalidad…
Representación de la administración egipcia en el ámbito de la agricultura (fuente: desconocida) |
Por otro lado, la construcción de canales de irrigación era un elemento esencial para la optimización de los recursos hídricos y para mejorar la eficiencia de los cultivos. Los agrimensores, con sus trabajos de medida y delimitación, ayudaron a la ordenación de terrazas de cultivo en todo lo ancho y largo del valle del Nilo, y facilitaron la distribución de agua a través de una verdadera arteria de canales.
Sus trabajos sirvieron también para realizar el cobro de arriendos e impuestos. Ayudaron enormemente en el ámbito de la construcción con la delimitación de los templos y monumentos funerarios, como por ejemplo el espectacular conjunto piramidal de Gizeh, para el cual fueron necesarios los trabajos de topografía de los agrimensores (la orientación N-S de las pirámides es casi perfecta).
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